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MES 6

LA GESTANTE TIENE MÁS CURVATURA EN LA ESPALDA PARA COMPENSAR LA TRIPA

 

En el sexto mes de gestación, el embarazo es muy evidente. Por el crecimiento del útero la futura madre puede experimentar molestias digestivas, como los ardores de estómago, o dolores de espalda.


En el transcurso del sexto mes, probablemente ya hayan desaparecido la mayoría de los síntomas del primer trimestre. El tamaño de la tripa ya es evidente para todo el mundo y los movimiento del feto se notan a diario.

Los pechos han aumentado hasta el triple de su tamaño normal y las areolas son cada vez más grandes, oscuras y pueden aparecer pequeños bultitos. La línea alba (línea que va desde el pubis hasta por encima del ombligo) se hace más evidente por el aumento de melanina en la zona.

Se produce un aumento del volumen sanguíneo por lo que disminuye la proporción de glóbulos rojos en sangre y con ello los niveles de hierro, pudiendo aparecer anemia. También aumenta la frecuencia cardiaca que, junto al aumento del volumen sanguíneo, produce que se note una aumento de palpitaciones.

Los cambios hormonales todavía pueden provocar alteraciones psicológicas como los cambios de humor repentinos.



CAMBIOS EN LA MADRE

  • El útero se encuentra por encima del ombligo, lo que provoca molestias a nivel costal y púbico. Este crecimiento del útero ejerce presión sobre distintas partes del organismos, como en el estómago produciendo ardores y reflujo en los intestinos produciendo gases, flatulencias y estreñimiento y sobre la vejiga produciendo una aumento en la necesidad de orinar y las infecciones.

  • A medida que el útero crece, también lo hace el volumen de la barriga provocando que la piel se estire lo que favorece la aparición de estrías, molestias y picores en la zona.

  • Se produce una sensación de torpeza debido a que el tamaño de la barriga comienza a desplazar el centro de gravedad del cuerpo hacia delante. Para compensar este cambio, se produce una mayor curvatura de la espalda denominada hiperlordosis lumbar.



CAMBIOS EN EL HIJO

  • El feto alcanza los 32-34 centímetros y un peso de entre 800 y 1.000 gramos

  • El feto todavía tiene la piel arrugada y delgada. Realiza múltiples gestos faciales sacando la lengua, bostezando, sonriendo, abriendo los párpados, etc.

  • Sus 5 sentidos ya están desarrollados, toca diferentes partes de su cuerpo y las paredes del útero, traga líquido amniótico para la formación de las papilas gustativas, comienza a escuchar y diferenciar sonidos, es capaz apreciar la tenue luz que puede dejar pasar las gruesas paredes del útero.

  • El color de sus ojos no se desarrolla por completo, pudiendo cambiar en las primeras semanas de vida.

  • El feto tiene sus ciclos, pasará largos ratos dormido sin moverse y ratos despierto, siendo sus movimientos más evidentes y realizados a diario. Cambia de posición varias veces al día, gira, da vueltas y patadas gracias a que el espacio amniótico es aún muy espacioso. Incluso se puede percibir su hipo en forma de espasmos, la falta de aire en sus pulmones impide que puedan generar sonido. El hipo es un signo de bienestar fetal, por lo que no debe preocupar si se nota.























Cambia gradualmente a medida que se acerca el día del parto y el bebé crece dentro de nosotras.
¿QÚE NOS OCURRE?
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